Erlkönig (Schubert)

Schubert puso a cada personaje en diferente escala vocal y cada uno con su propio ritmo.

La mayoría de cantantes usan un color vocal diferente para cada personaje e incluso una pronunciación distinta.

Con cada ruego del niño crece su voz y el timbre se vuelve más alto.

Casi al final de la pieza, la música se acelera (mientras el padre trata de apurar el paso del caballo), luego se vuelve lenta (mientras llega), y se detiene la música para la frase final, «In seinen Armen das Kind war tot» (En sus brazos el niño estaba muerto).

Esta composición se considera muy difícil de cantar debido a la caracterización vocal requerida al cantante así como la dificultad del acompañamiento, que requiere la rápida repetición de acordes y octavas para crear el drama y la urgencia del poema original.

Portada de la primera edición de Erlkönig , publicada por Diabelli en 1821.