Trastornos gastrointestinales como diarrea, náuseas y vómitos, son comunes.
Además ejerce sobre el útero y otros músculos lisos, un potente efecto estimulante que no está claramente asociado con un receptor específico.
Las propiedades farmacológicas del ergot se conocen y han sido utilizadas por matronas durante siglos, pero no han sido estudiadas y publicadas en profundidad hasta principios del siglo XX.
Sin embargo, sus efectos abortivos y peligrosidad hizo que solo se prescribiera con precaución como tratamiento de la hemorragia posparto.
La ergometrina fue obtenida por primera vez por el químico C. Moir y H. W. Dudley en 1935.