[1][2] Las más frecuentes son las llamadas epilepsias fotosensibles, en las que se producen crisis desencadenadas por determinadas imágenes de televisión o videojuegos.
[1] El factor desencadenante es oír música, generalmente melodías u obras concretas de impacto emocional para el sujeto.
[3][4] Se desencadena por determinadas actividades intelectuales y ha recibido diferentes nombres en la literatura médica, entre ellos epilepsia aritmética, epilepsia noogénica, crisis inducidas por el pensamiento o crisis inducidas por la toma de decisión.
La mayor parte de los pacientes pueden evitar o atenuar la crisis interrumpiendo la actividad que la provoca.
[2] Existen casos en los que el propio paciente puede autoprovocarse de forma voluntaria la crisis epiléptica.