La eparquía extiende su jurisdicción sobre los fieles católicos de rito caldeo residentes en el norte del Kurdistán iraquí.
La unión definitiva con la Santa Sede tuvo lugar solo a fines del siglo XVIII.
Amadiya le dio a la Iglesia católica caldea tres patriarcas: Yosep VI Audo, Audishu V Khayyat y Rafael I Bidawid.
En 1913 la eparquía comprendía 17 aldeas o villas, 4970 fieles, 19 sacerdotes, 10 iglesias, 5 capillas y 10 escuelas.
[4] En agosto siguiente, el patriarca caldeo Louis Raphaël I Sako visitó la diócesis y las 40 aldeas cristianas que conforman el territorio.