Epístola de Policarpo a los Filipenses

Se ha discutido sobre la unidad del texto y las posiciones no son todavía concordes.Se trata de un escrito sencillo, sin arreglos retóricos ni profundización teológica que incluso ha sido considerada como «lugar común».[7]​ Tras el saludo epistolar, hace una exhortación –motivada en la resurrección venidera– a hacer la voluntad de Dios siguiendo los mandamientos.A continuación recuerda que el mismo Pablo de Tarso fue el maestro de esa comunidad y les enseñó lo mismo que ahora Policarpo les dice.La exhortación final es al conocimiento de las Escrituras y a la mansedumbre.