Epíteto

[1]​ Por su posición, la mayor parte de las veces suelen anteponerse al sustantivo al cual califican, repitiendo como se ha dicho algo de su significado (fiero león, negra noche, fría nieve) e incluso pueden cambiar de significado si se posponen, sean o no epítetos: "Negra noche / noche negra"; "pobre hombre / hombre pobre", "una única mujer / una mujer única", "viejo amigo / amigo viejo", "simple amigo / amigo simple..."[2]​ Los epítetos o adjetivos explicativos se suelen oponer tradicionalmente a otra clase de adjetivos calificativos, los adjetivos especificativos.

Los epítetos objetivos expresan cualidades que todos pueden distinguir (en terminología tradicional, «adjetivos calificativos»), limitándose a describir al referente (me gustan las motos grandes) o a definirlo (me gusta la moto grande).

En español, un tipo muy frecuente es el epithetum constans, que conviene intrínsecamente al sustantivo (la blanca nieve), pero cuya definición no debe extenderse a todo el término «epíteto».

Ciertos adjetivos pueden expresar, dependiendo del contexto o su supuesta posición respecto al nombre al que acompañan, tanto la actitud del hablante como un intento de expresión objetiva de este (una mujer pobre / una pobre mujer).

En castellano, es frecuente que el epíteto se anteponga al nombre (frío hielo en lugar de hielo frío), aunque no suceda siempre: En la literatura épica, se denomina epítetos a los apelativos que alternan con el nombre del personaje o lo acompañan.