Pueden parasitar, morder, picar, causar reacciones alérgicas y o transmitir enfermedades bacterianas, víricas u otras.
Hay insectos hematófagos (se alimentan de sangre) que transmiten enfermedades a los humanos, pulgas, liendres, ácaros, vinchucas.
El ácaro que causa la sarna, Sarcoptes scabiei, se entierra en la piel del huésped y por lo tanto es un endoparásito.
Cuando se alimentan, estos insectos y otros artrópodos son vectores de patógenos humanos.
Los especialistas en entomología médica han ayudado a desarrollar vacunas para muchas de estas enfermedades.