Ya recibido continuó en el Clínicas como médico agregado (1898) y jefe de clínica (1899), uno de los más destacados colaboradores del cirujano Antonio Gandolfo.
En 1902 efectuó una intervención quirúrgica por la que amputó simultáneamente la lengua y el maxilar inferior a un paciente con cáncer.
La operación, practicada por primera vez en el país, y la técnica creada e implementada con éxito, prestigiaron su carrera.
En 1903 se incorporó como cirujano a la planta del Hospital Militar Central y fue designado profesor de medicina operatoria en la Escuela de Sanidad del Ejército.
Allí visitó las más prestigiosas clínicas y hospitales de la época y escribió para la Revue de Chirurgie el artículo La guérison radicale des hernies inguinales, que sería publicado en 1907.
Al quedar vacante la cátedra a cargo de Juan B.