En la misma ciudad se licenció en Filosofía y Letras, rama de Historia (26-IX-1929), con Premio Extraordinario.
Finalizada la Guerra Civil, fue represaliado por el bando vencedor (según Rafael Lapesa, "por su rígida honradez laica") y no pudo trabajar en la enseñanza hasta su depuración en 1945.
[2] En el ínterin se mantuvo trabajando en la embajada de Francia en Madrid y dando clases en el Liceo Francés.
[2] Sin embargo, el trabajo de la revista era mucho y lo compartió con otro liberal, José Luis Cano; por otra parte, había que sortear la censura: la palabra "seno" no podía aparecer, por ejemplo, en un poema de Vicente Aleixandre, y otros tropiezos tuvieron Julio Cortázar.
[4] Una vez vuelto a la docencia, obtuvo plaza en el Instituto femenino Isabel la Católica de Madrid, del que fue director hacia 1960; se jubiló en 1972.