Desde niño tuvo devoción entusiasta por Santa Teresa de Ávila.Los dos grupos tenían un fin común: promover una intensa vida espiritual, unida al apostolado en el propio ambiente.Para formar a la gente humilde, publicó en 1884 un Catecismo sobre la masonería fundado en la doctrina del Papa.En la actualidad la Congregación se extiende por tres continentes: Europa, África y América.Sacerdote según el corazón de Dios, el Santo fue un verdadero contemplativo que fundió en sí con equilibrio extraordinario un ideal apostólico abierto a todo lo bueno que ofrecían los nuevos tiempos.De fe viva, no miraba sacrificios ni oposiciones; en una época especialmente hostil a la Iglesia, anunció valerosamente el Evangelio con la palabra, con los escritos, con la vida.Es el mensaje de su vida: siempre fiel a las mociones del Espíritu Santo, vivió como apóstol que transmite la fuerza del Evangelio animada por la comunión constante con Dios y por un amor inmenso a la Iglesia.Seis años más tarde fundará la "Hermandad Josefina" que agrupaba a los hombres sin discriminación de trabajo o edad.Esto se basó básicamente en la difusión de la encíclica Rerum Novarum y en el catecismo dirigido a obreros.La Compañía luego se extendió por un total de 21 países en 17 provincias, entre ellos Chile, España, México, Portugal, Paraguay, Colombia, Bolivia, Argentina, Italia, Francia, Estados Unidos, Nicaragua, Uruguay, Cuba, Costa Rica, Brasil y Venezuela.Este proyecto se hizo realidad en África, Angola, en la Diócesis de Viana.
Casa natal de D. Enrique de Ossó y Cervelló, en el municipio de Vinebre
Real Monasterio de Sancti Spiritu, en Gilet, donde falleció D. Enrique de Ossó