Encarnación Cubas Báez
Su vida transcurrió, por lo tanto, rodeada de una constante actividad intelectual y hasta su propia casa se convirtió muchas veces en un pequeño teatro en el que sus hijos e hijas interpretaban obras musicales o representaban primero las obras que para ellos escribía su padre y posteriormente las que empezaron a escribir ellos mismos.[2] Encarnación Cubas y Báez forma parte de la segunda promoción romántica de las Islas junto con Ángela Mazzini Bricala, Victorina Bridoux, María Victoria Ventoso y Cúllen, Cristina Pestana Fierro, Fernanda Siliuto, Dorotea Vizcaíno, Isabel Poggi y Borsotto...[5] Falleció en su ciudad natal el 28 de marzo de 1915.[2] A mediados del siglo xx volvieron a publicarse algunos de sus poemas en periódicos y en las revistas Millares[8][9] y Mujeres en la isla.[2] Juan Manuel Trujillo Torres proyectó emprender la tarea de reunir su obra poética pero este trabajo nunca llegó a realizarse.[2][10] Encarnación Báez Cubas escribió también unas «Memorias de infancia y juventud» que abarcan veinte años de su vida, desde su nacimiento hasta aproximadamente el año 1852.