Empuje (arquitectura)

[1]​[2]​ Estas fuerzas han de ser contrarrestadas para alcanzar el equilibrio estructural, evitando, en lo posible, las deformaciones, y en última instancia, el colapso de los muros.Para el contrarresto de estos empujes se pueden utilizar varias soluciones.En un principio, las más sencillas son la construcción de muros sustentantes de mayor espesor, los contrafuertes, arbotantes, tirantes o anclajes anulares.Con ellos se evitaba, con mucho menor material, el construir un muro de mayor espesor.Los arbotantes se empezaron a usar en el Románico para ser utilizados masivamente durante el Gótico.
Empujes en una bóveda de cañón apuntada.
Plano de una bóveda de arista desde arriba mostrando los empujes resultantes.