Para facilitar el acceso a servicios y recursos compartidos por este tipo de empresas, se han formado en las últimas décadas áreas que agrupan las sedes, instalaciones, plantas de fabricación, oficinas regionales, etc. en zonas específicamente diseñadas a este fin.[5] Cuando incorporan también entidades universitarias y de investigación académica, suelen definirse como parques científicos.[6] El ejemplo más destacado de una ciudad tecnológica es Silicon Valley, en la bahía de San Francisco, Estados Unidos,[7] en cuyo desarrollo tuvo un papel importante la Universidad Stanford (que tiene su propio campus tecnológico en este lugar, llamado en su día «el motor del Silicon Valley»).[15] Algunos han especulado que puede que no sea posible vivir en el mundo digital fuera del ecosistema creado por estas empresas,[16] y las preocupaciones sobre concentración del mercado han llevado a investigaciones antimonopolio del Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio en los Estados Unidos,[17][18][19] y en la Comisión Europea.Dado que estos costos deben prefinanciarse primero con el flujo de caja de los productos ya existentes que están a la venta, la cartera de productos está sujeta a subsidios cruzados hasta el momento en el que los nuevos productos salen a venta y generan ingresos.Patentar nuevos productos crea activos intangibles que aumentan el valor de la empresa.