Su nombre real era Fúlín (chino tradicional: 福臨, chino simplificado: 福临, manchú: ᡶᡠᠯᡳᠨ), pero, como a los demás emperadores de esta dinastía, se le conoce habitualmente por el nombre de su reinado, Shunzhi.
Los yurchen habían gobernado ya todo el norte de China al fundar la dinastía Jin en el siglo XII, que sería finalmente derrotada por los mongoles, cuando estos conquistaron China y fundaron la dinastía Yuan en 1234.
El ejército Qing pudo así rebasar la frontera defensiva tradicional de los Ming y entrar en el valle del Río Amarillo gracias a la colaboración de Wu Sangui.
Para afianzar su control sobre las instituciones imperiales chinas, Dorgon mantuvo a los funcionarios de la época Ming en la corte pekinesa.
También continuó las relaciones de la corte con los misioneros europeos, como en el caso destacado del jesuita alemán Johann Adam Schall von Bell, que dirigió el Departamento Imperial de Astronomía.
Tras la muerte de Dorgon, el joven emperador pasó a asumir las tareas de gobierno, imponiendo su voluntad a los nobles manchúes que ambicionaban un papel similar al que había tenido Dorgon.
El emperador toleró también la expansión del cristianismo, permitiendo a los misioneros europeos como Johann Adam Schall von Bell la promoción de su fe e incluso la construcción de una iglesia cristiana en Pekín.
Tras la muerte del Emperador Shunzhi, su tercer hijo Xuanye sería elegido como sucesor, posiblemente por haber sobrevivido precisamente a la viruela, lo cual hacía presagiar que tendría buena salud.