Embalse de Pinilla

Retomando un proyecto anterior, se diseñó una presa junto al pueblo de Pinilla del Valle que retuviese las aguas del río Lozoya en la parte alta del valle, donde las precipitaciones son más abundantes y regulares.

Con este embalse, y durante los años en que tardó en entrar en servicio el embalse de El Atazar, se redujeron de forma sensible los caudales del río Lozoya que se perdían todos los años por falta de embalses suficientes de almacenamiento.

Ambas instalaciones compartían la torre de toma (que también fue construida con estos fines), y fueron puestas en servicio en 1992.

Aunque el único defecto que tenía el agua una vez tratada era un peculiar olor y sabor que no afectaba a la salud, provocó cierta alarma social durante aquellos episodios.

[2]​ Por este motivo se añadieron a la ETAP nuevos procesos de tratamiento como la ozonización y la filtración con carbón activo granular, siendo ésta la primera de las instalaciones del Canal de Isabel II que utilizaba este proceso.

El embalse visto desde el entorno del pico El Nevero.
Floración de algas en el embalse.
La presa de Pinilla y su central hidroeléctrica, con Peñalara al fondo.