También fue un fotógrafo de renombre, que experimentó con nuevas técnicas desde los años 1930.
En 1926 expuso unos cuadros en la Biennale di Venezia, donde expondría muchas veces.
Expuso en el Salon Bovy de Paris con Fausto Pirandello y Di Cocco, antes de volver a Roma en 1930, donde asoció con la "Scuola romana".
Durante estas exposiciones recibió el apoyo de varios coleccionistas y críticos importantes, además del apoyo del autor italiano Massimo Bontempelli, el tío de su amigo Corrado Cagli y el promotor del realismo mágico, un movimiento literario y artístico que tuvo muchas similitudes con la pintura tonalista.
En 1933 Cavalli, con Capogrossi y Melli escribió el "Manifesto del Primordialismo plástico" que definó el tonalismo, con un énfasis particular en el lado espiritual y abstracto del estilo.