Giorgio de Chirico

De Chirico es reconocido entre otras cosas por haber fundado el movimiento artístico pintura metafísica.[1]​ Su padre era un barone siciliano, perteneciente a una blasonada familia de origen griego, los Kyriko; su madre era greco-genovesa, nacida en Esmirna.Volvió a Italia en el verano de 1909 para pasar seis meses en Milán.A principios de este período, los modelos eran paisajes urbanos inspirados en las ciudades mediterráneas.De Chirico abandonó posteriormente el estilo metafísico y realizó varias obras más realistas, con un éxito modesto.[3]​ Ha sido traducida al español por César Aira y publicada en Argentina por Editorial Mansalva.Ya en París (1911), comienza a realizar obras de imágenes muy sorprendentes, basadas en representar espacios urbanos, en los que predominan los elementos arquitectónicos y la proyección de sombras y en las que la presencia humana suele estar ausente.Así logra crear en sus obras un espacio extraño, atemporal, donde parece que se puede encontrar la calma y el silencio.