En junio de aquel mismo año, Elizabeth Robins se casó con Joseph Pennell.
Su tío había viajado ampliamente por Europa y se había afincado en Londres, y lo mismo hicieron los Pennell, basando ellos en la capital británica para más de treinta años, con visitas frecuentes a la Europa continental.
Durante muchos años organizaron veladas en su propia casa los jueves al anochecer, a modo de salones literarios y artísticos.
[5] La académica Meaghan Clarke vincula a las mujeres periodistas del arte como Pennell con las figuras que popularizó George Gissing en su libro New Grub Street, así como con el concepto de la Mujer Nueva.
Kimberly Morse Jones escribe que «la crítica de Pennell constituye un componente vital de un movimiento más amplio en la crítica victoriana que llegó a ser conocido como New Art Criticism».
[4] Pennell compiló una bibliografía de su biblioteca culinaria que apareció por primera vez en artículos para The Atlantic y en un libro titulado My Cookery Books, centrándose en los recetarios ingleses del siglo XVII y XVIII.
Los Pennell eran amigos del pintor James Abbott McNeill Whistler, y escribieron una larga biografía de él en 1911.
Fue una gran defensora del ciclismo, sobre todo por la facilidad con la que permitía a los habitantes de la ciudad escapar al campo, por su aire fresco y sus vistas.
Afirmó que no hay forma de ejercicio más saludable o más estimulante; no hay placer físico mayor que el de ser arrastrado/a, a buen ritmo, por un camino duro y suave por tus propios esfuerzos.
[14] Menospreció las carreras, prefiriendo viajes largos sin presión, y preguntándose si inadvertidamente había «roto el récord como mujer de ruedas».
[16] Al mudarse a Londres, su marido y ella cambiaron su triciclo de tándem rotativo Coventry por un modelo Humber, pasando a experimentar con un solo triciclo, una bicicleta tándem, y finalmente con bicicleta.