Elena Arizmendi Mejía
Cuando su madre murió en 1898, Arizmendi se hizo cargo de sus cinco hermanos y la casa.La segunda brigada, liderada por el doctor Francisco, partió al día siguiente y el día 14 una tercera brigada, dirigida por el doctor Lorenzo y diez enfermeras que incluían a Innocenta Díaz, Concepción Ibáñez, Jovita Muñiz, Concepción Sánchez, María Sánchez, Basilia Vélez, María Vélez y Antonia Zorilla.Al llegar a Juárez encontraron una gran devastación y Arizmendi tuvo otra vez que reunir fondos.[2] Arizmendi era admirada por su filantropía,[2] pero criticada por su liderazgo en una época en que las mujeres debían ser dóciles y sumisas.[4] Durante la época revolucionaria, tuvo un largo romance con José Vasconcelos, que era casado y tenía dos hijos; se le ha descrito como «la primera de sus muchas amantes en la vida, pero sin duda su más intensa y locamente amada aventura».[5] Arizmendi huyó de México para los Estados Unidos en 1915, se refugió brevemente en un convento en Victoria, Texas, para ocultarse del escándalo público que causó su relación con Vasconcelos.[11] En ese tiempo, América Latina era vista como el siguiente «escenario», ya que el sufragio femenino se había conseguido en Europa y Estados Unidos.Arizmendi fungió como secretaria general, pero no asistió debido a una diferencia de opinión con Villa.[15] Arizmendi volvió a México brevemente para la celebración del veinticinco aniversario de la Cruz Blanca Neutral en 1936, en parte tal vez porque el presidente Lázaro Cárdenas había mostrado su apoyo al sufragio femenino.