El elector del Palatinado (en alemán: Kurfürst von der Pfalz) gobernó el Palatinado del Rin en el reino de Alemania y el Sacro Imperio Romano Germánico desde 915 hasta 1803.
Con esta nueva dignidad se le asignó el cargo de architesorero, cargo al que renunció Carlos III Felipe del Palatinado, tío materno de los emperadores José I y Carlos VI por intentar recuperar la antigua posición de archi-Seneschal.
La margen derecha, con Mannheim y Heidelberg, se entregó al Gran Ducado de Baden.
Los territorios hereditarios unidos a su cargo comenzaban con aquellos desempeñados por los Hohenstaufen en Franconia y Renania.
(Otras ramas de la dinastía Hohenstaufen recibieron otros territorios, tales como tierras en Suabia y el Franco Condado).
Esto explica la composición de la herencia que comprendía el Palatinado Alto y el Renano en los siguientes siglos.
A principios del siglo XVI, debido a la costumbre de dividir los territorios entre diferentes ramas de la familia, las líneas menores del Palatinado Wittelsbach vinieron a gobernar en Simmern, Kaiserslautern y Zweibrücken en el Bajo Palatinado, y en Neoburgo y Sulzbach en el Alto Palatinado.
La gente se sentía abandonada por los gobiernos en Múnich durante generaciones y más tarde aprobó la fusión en un plebiscito.