Fueron las octavas elecciones provinciales desde la restauración de la democracia en Argentina en 1983, así como los duodécimos comicios rionegrinos desde la provincialización del territorio en 1958.
La tercera fuerza fue la Coalición Cívica para la Afirmación de una República Igualitaria, nuevamente con Magdalena Odarda como candidata.
Con este resultado se puso fin a la única hegemonía provincial ininterrumpida de la UCR en Argentina y, hasta la fecha, los únicos dos partidos políticos argentinos que han gobernado provincias sin sufrir una derrota gubernativa desde la democratización son el PJ y el Movimiento Popular Neuquino.
Con respecto a la legislatura, el FpV obtuvo una aplastante mayoría parlamentaria con 30 de los 46 escaños contra 15 de la Concertación (contando las colectoras con el Partido Provincial Rionegrino y Unidos por Río Negro) y una del ARI (correspondiente a la propia Odarda).
Weretilneck se distanciaría del Frente para la Victoria a nivel nacional y fundaría la fuerza provincial Juntos Somos Río Negro.
Sucesivamente fueron gobernadores los radicales Osvaldo Álvarez Guerrero (1983-1987), Horacio Massaccesi (1987-1995), Pablo Verani (1995-2003) y Miguel Ángel Saiz (2003-2011).
En 1987, Río Negro fue una de las dos únicas provincias, junto con Córdoba, donde el Partido Justicialista no pudo imponer a sus candidatos gubernativos.
[3] Barbeito pertenecía al sector de los radicales K que encabezaba Saiz, el gobernador saliente.
Chironi criticó a ambos precandidatos, afirmando que ambos representaban un mismo modelo, y que solo estaban divididos por cuestiones de poder, apoyando una colaboración mucho más directa con el candidato presidencial del partido, Ricardo Alfonsín, y definiéndose como el «candidato orgánico» del partido.
[5] De los aproximadamente 390.000 electores entre afiliados e independiente registrados para votar, emitieron sufragio 48.752 votantes.
[3] Después de las internas, la UCR reeditó la coalición con la que había ganado las dos elecciones anteriores, la Concertación para el Desarrollo, que incluía al Movimiento de Integración y Desarrollo, al Partido Intransigente y al Partido Victoria Popular, incluyendo también dos colectoras, nuevamente la del Partido Provincial Rionegrino (que concurrió por tercera vez consecutiva con boleta propia pero apoyando a un candidato salido del bipartidismo tradicional), y Unidos por Río Negro.
[9] Inicialmente ligado al duhaldismo, Soria se movió hacia el kirchnerismo durante su período en la intendencia de General Roca, recibiendo en esta ocasión un mayor apoyo por parte del gobierno nacional.
[10] Sin embargo, la propia Odarda se había mostrado hasta cierto punto favorable a la idea de negociar con Mendioroz si este ganaba las primarias radicales, coalición que contaba con el visto bueno del candidato a vicepresidente del partido, José Adrián Pérez.
El Partido Socialista, que había concurrido en solitario en las anteriores elecciones, decidió conformar una alianza, en simultáneo con la formación del Frente Amplio Progresista a nivel nacional.
[11] Entre las formaciones ligadas a la izquierda trotskista, el Partido Obrero era el único representante del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, coalición conformada a nivel nacional, que contaba con personería jurídica en la provincia.
[12] El Partido Comunista presentó también una fórmula gubernativa, con José Vergara como candidato a gobernador y Eliseo Antinori para vicegobernador.
[13] Destacó la participación del Partido Demócrata Progresista, antigua formación nacional que no disputaba una elección en la provincia desde 1983, al momento de restaurarse la democracia.