Elecciones legislativas de Argentina de 1951

Se trató además de la única instancia desde la instalación del sufragio secreto en la que se renovó el Congreso completo sin producirse previamente una interrupción al orden constitucional, dado que la constitución exige un sistema escalonado para la elección de autoridades.

Las recientemente creadas provincias Presidente Perón y Eva Perón (actuales Chaco y La Pampa) no eligieron a sus representantes parlamentarios en estos comicios por encontrarse en proceso de normalización institucional tras la provincialización,[2]​ eligiendo en su lugar convencionales provinciales para redactar las constituciones que regirían a dichos distritos.

Los partidos Socialista y el Comunista fueron los únicos que presentaron candidatas mujeres fuera del peronismo, pero ninguna de sus candidaturas obtuvo un buen resultado.

[11]​ Se aprobaron leyes que garantizaron tanto el voto femenino como la representación legislativa delegada de los territorios nacionales.

A finales de 1948, el gobierno impulsó una reforma constitucional, para lo cual fue elegida una Convención Constituyente, con abrumadora mayoría del peronismo.

[17]​ Electoralmente, durante este período el peronismo se impuso en prácticamente todas las elecciones realizadas en el plano nacional y provincial, con la competitividad opositora limitada a la Capital Federal, la Córdoba y algunos distritos marginales de otras provincias, encabezando algunos gobiernos municipales.

[7]​ El peronista Oscar Albrieu, defendió el proyecto en un primer discurso, afirmando que facilitaría la representación de la mayoría de los grupos geográficos del país sin comprometer los propósitos del país en su conjunto.

[7]​ El peronista John William Cooke respondió al final del debate a ambas impugnaciones defendiendo el nuevo sistema, arguyendo que garantizaría una representación más directa de los electorados del país, y cuestionó las impugnaciones opositoras.

Dentro de la Capital Federal, el objetivo era unificar barrios contiguos pero con diferentes estructuras sociales, favoreciendo al electorado peronista por sobre las regiones más favorables a la oposición.

[20]​ Destacaron entre las nuevas circunscripciones, por ejemplo, una que atravesaba la ciudad desde Palermo (barrio de clase media alta) hasta Villa Soldati (barrio de clase trabajadora) y otra iba desde Palermo a Nueva Pompeya pasando por Once.

Armando Bernardino González Barale, Eduardo Colom, José María Ramallo López y Ezequiel Sabotinsky, todos porteños, fueron los únicos candidatos peronistas que no resultaron electos, correspondiendo a Sabotinsky el peor desempeño para el movimiento en la 23.ª circunscripción capitalina, con un 42,96% de las preferencias.

Todas ellas resultaron electas por márgenes holgados y prácticamente ninguna enfrentó una competencia coherente en su circunscripción.

La entrerriana María Caviglia, que logró un 59,89% de los votos en la 1.ª circunscripción (correspondiente a la capital provincial, Paraná), fue la única mujer de las provincias más pobladas que representó a una circunscripción en la que un opositor obtuvo el desempeño suficiente para ser electo por la minoría, correspondiendo el puesto al radical Carlos Humberto Perette, más tarde vicepresidente, con un 37,12%.

[1]​ Las mujeres antiperonistas tuvieron muy poca participación en el proceso político al momento de las elecciones y terminaron con nula representación, no habiendo mujeres electas que no pertenecieran al peronismo.

Aunque la Unión Cívica Radical había modificado su estatuto en 1947 para permitir la afiliación de mujeres, no presentó candidatas en ninguna circunscripción, lo mismo que el Partido Demócrata Nacional.

El Partido Socialista y el Partido Comunista habían encabezado la puja política por el sufragio femenino en el período previo a la aparición del peronismo y, por lo tanto, gozaban de una importante estructura de militancia femenina, pero el debilitamiento padecido por la hegemonía del peronismo entre el voto obrero condujo a que ninguna de sus candidatas tuviera un buen desempeño electoral.

Detenida en una purga política durante la campaña, Alicia Moreau de Justo, referente feminista y candidata socialista a diputada en la 16.ª circunscripción de Capital Federal, no había podido hacer campaña y ni siquiera pudo votar.

[26]​ Debido a lo anteriormente mencionado, la elección devino, por primera vez desde la instauración del sufragio secreto, en un legislativo puramente bipartidista, situación que se mantendría hasta el derrocamiento de Perón y que no ha vuelto a repetirse en la historia electoral argentina.

Se consideró a Román Subiza , ministro de Asuntos Políticos (1949-1954), como el principal arquitecto del sistema de « circunscripciones chorizo ».
El radical porteño Francisco Rabanal fue el candidato opositor con mejor desempeño al vencer con el 53,61% de los votos en la 23ª circunscripción de Capital Federal .
La peronista porteña Ana Carmen Macri fue la mujer más votada de Capital Federal en el 26.ª distrito de la ciudad, pero también la diputada electa con el desempeño porcentual más bajo de todo el país (53,74%).
La peronista fueguina Esther Fadul , elegida delegada por la gobernación marítima de Tierra del Fuego , fue la única candidata que triunfó sin oposición.