Estos comicios se caracterizaron por ser los últimos antes del triunfo de la Revolución cubana, que tuvo lugar casi dos meses después.
En consecuencia, Rivero Agüero nunca pudo asumir la presidencia del país.
[7] Las elecciones se llevaron a cabo en toda la isla, pero con poca asistencia a las urnas en Oriente y Las Villas, lo que aprovechó Batista para orquestar un fraude electoral, lo que fue reconocido en 2009 por el Mayor General Francisco Tabernilla Palmero, secretario militar de Batista, que señaló en un libro suyo que de no haber existido ese fraude el presidente electo hubiera sido Carlos Márquez Sterling.
[8] Los resultados anunciados el 20 de noviembre dieron una contundente victoria al candidato del oficialismo.
Rivero Agüero también dijo que planeaba restaurar el gobierno constitucional y que convocaría una Asamblea constituyente después de asumir el cargo.