Inicialmente serían apariciones muy puntuales: Sidney Bechet con el saxo soprano, los tenores Bud Freeman o Gene Sedric; Frankie Trumbauer con el saxo melódico en do (intermedio entre el tenor y el alto); o Ernie Caceres con el barítono, aunque todos ellos ya muy avanzada la década.
En palabras de Joachim E. Berendt, "el saxo soprano sigue donde el clarinete termina",[3] lo que explica su "desproporcionada" historia dentro del jazz.
[5] Sin embargo, Bechet tuvo muy pocos discípulos y todos ellos usaron el soprano como segundo instrumento (Johnny Hodges, Don Redman, Woody Herman, Charlie Barnet o Bob Wilber).
Lacy es, según Leonard Feather, el único músico de jazz que escogió el saxo soprano como instrumento principal, desde el principio, cuando tocaba dixieland, hacia 1952.
Finalmente, Willie Smith representó la línea de los saxos enérgicos y poderosos, menos influyente en el tiempo que los otros dos.
Sin embargo, fue el estilo de Parker el que acabó definiendo todo el desarrollo posterior, incluso en los propios seguidores de Konitz, aumentando su influencia en las décadas siguientes y creando una escuela que comenzó con Art Pepper y siguió con casi todos los altos de los cincuenta y sesenta: Lou Donaldson, Cannonball Adderley, Jackie McLean, Charles McPherson, Oliver Nelson, Phil Woods, Charlie Mariano, Frank Strozier... Hasta 1959, Parker sería la única referencia entre los altos.
Todos los que tocaban el tenor en esos años, eran discípulos de Hawkins:[17] Chu Berry, Ben Webster, Ike Quebec, Illinois Jacquet, Hershel Evans, Buddy Tate, Frank Wess, Paul Gonsalves, Eddie Lockjaw Davis, Flip Phillips, Benny Golson, Charlie Ventura...
Esta última, donde de forma más abundante y vigorosa se nota la influencia de Lester, tuvo sus principales respresentantes en los estilos West Coast y Cool, especialmente en lo que se ha dado en llamar "sonido Four Brothers".
La nómina es larga e importante: Allen Eager, Stan Getz, Herbie Steward, Zoot Sims, Al Cohn, Buddy Collette, Bob Cooper, Dave Pell, Richie Kamuca, Jimmy Giuffre, Jack Montrose...
[21] No obstante, su influencia, incluso mediatizada por la de Coltrane, se refleja en músicos relativamente "independientes", como Barney Wilen, Hank Mobley, Johnny Griffin, Harold Land, Yusef Lateef, Stanley Turrentine, Booker Ervin, Teddy Edwards, Roland Kirk, Clifford Jordan, J.R.
Berendt, los divide también en dos grandes grupos: Por un lado, los que se encuentran "a este lado de la tonalidad" (Joe Henderson, George Coleman, Charles Lloyd, Joe Farrell, Billy Harper y otros muchos); por otro, los que, procedentes de la vanguardia del "free tonal", se encuentran en la frontera de la tonalidad,[22] encabezados por Archie Shepp (cuyo principal drama fue "convertirse en un clásico sin haber llegado a ser nunca realmente revolucionario"),[23] e incluyendo a Albert Ayler, Pharoah Sanders, Dewey Redman, David Murray, Chico Freeman, John Gilmore... Precisamente esa mezcla de influencias del free jazz y Coltrane encontró un terreno abonado en Europa, donde los tenoristas lograron desarrollar un estilo propio, una escuela totalmente separada de los músicos norteamericanos.
La cabeza más visible de este movimiento fue Wayne Shorter que, tiempo atrás, se había dado a conocer en el campo del hard bop en un estilo claramente deudor de Coltrane, aunque las figuras más propiamente "fusion" fueron músicos como Michael Brecker, John Klemmer, Tom Scott, Wilton Felder, Branford Marsalis, Lou Marini o Benny Maupin.
Sin embargo no puede hablarse de una verdadera eclosión del instrumento hasta que se afianza el hard bop y, sobre todo, el West Coast jazz.
[25] Sin embargo, la Costa Oeste proporcionó otras figuras como Bob Gordon, y en la tradición bop se desvelaron músicos como Cecil Payne, Charlie Fowlkes, Ronnie Cuber, Jack Nimitz o Nick Brignola.