Rapto de las sabinas

[2]​ Como Roma crecía a un ritmo tan constante en comparación con sus vecinos, Rómulo se preocupó por mantener la fortaleza de la ciudad.

Siguiendo el consejo del Senado, los romanos salieron a las regiones circundantes en busca de esposas con las que establecer familias.

En consecuencia, los romanos idearon un plan para raptar a las mujeres sabinas durante la fiesta de Neptuno Ecuestre (o Conso).

Las sabinas pusieron un requisito a la hora de contraer matrimonio: en el hogar, ellas solo se ocuparían del telar, sin verse obligadas a realizar otros trabajos domésticos, y se erigirían como las que gobernaban en la casa.

Las sabinas lograron hacerlos entrar en razón y finalmente se celebró un banquete para festejar la reconciliación.

Tito Livio escribe que la motivación de Roma para secuestrar a las mujeres sabinas era únicamente aumentar la población de la ciudad y afirma que no se produjo ninguna agresión sexual directa durante el rapto.

Theodor Mommsen (al igual que otros historiadores posteriores como Jacques Poucet) creía que la historia probablemente se difundió durante los últimos años del siglo IV a. C., tras las guerras samnitas, como una narración que explicara la asimilación de los samnitas a Roma tras una mezcla de guerras y alianzas, enviando acontecimientos similares al pasado lejano.

Es probable que la historia volviera a cobrar relevancia durante el periodo de tiempo en el que se acuñaron las monedas que representan el suceso, en el año 89 a. C. Se habrían acuñado durante la Guerra Social, un conflicto entre Roma y sus aliados italianos sobre el estatus de estos y sobre si merecían la ciudadanía romana.