El queso y los gusanos: el cosmos de un molinero del siglo XVI (título original: Il formaggio e i vermi.
Gracias al hecho de que Menocchio se formase unas ideas sobre la religión y el origen del mundo originales, y de que fuese juzgado por ello por la Inquisición, quedando de esta manera documentos escritos, le fue posible a Ginzburg reconstruir su vida, sus opiniones y el mundo en que vivió.
Además el trabajo del queso y los gusanos, es una forma de dar a conocer la historia regional de tal manera que fue un impacto mundial llevándola o convirtiéndose en una historia completamente mundial.
Además de relatar la peripecia de Menocchio, Ginzburg desarrolla en El queso y los gusanos, una hipótesis sobre la cultura popular en la Edad Media a partir del caso del molinero italiano.
Según el pensamiento de Menocchio, quien negaba que Dios hubiese creado el mundo y creía que este se había generado a partir de un caos primigenio, del que habrían surgido Dios y los ángeles, como los gusanos del queso -según la creencia de la generación espontánea-, cree posible Ginzburg rastrear un pensamiento popular vigente durante toda la Edad Media caracterizado por el materialismo, refractario al dogma oficial de la Iglesia católica, que hundiría sus raíces en la época precristiana.