El Primer Ministro Dalek explica que tiene un planeta conocido como el Manicomio, donde mantienen encerrados a los Daleks que se han vuelto demasiado locos para controlarlos.No desean matarlos, ya que destruir tal pureza contravendría a su idea de "belleza", para la repulsión del Doctor.Oswin dice que lleva atrincherada resistiendo los ataques de los Daleks un año, ocupando el tiempo haciendo soufflés, lo que intriga al Doctor al preguntarse de dónde saca la leche y los huevos.Para evitarlo, el Parlamento desea destruir el planeta a control remoto, pero el campo de fuerza no está lo suficientemente roto para permitirlo, y sólo se puede desactivar desde dentro del manicomio, pero los Daleks tienen miedo de llevar a cabo la tarea ellos mismos, así que obligan al Doctor, Amy y Rory a hacerlo por ellos.Rory, sin embargo, cae al fondo de una gran sima en el Manicomio.Mientras el Doctor está de camino, Rory intenta darle a Amy su brazalete.Sin poder soportar su conversión, su mente se retrajo a un mundo de fantasía en el que sobrevivía como humana.[1][5] El productor ejecutivo Steven Moffat anunció en 2011 que pretendía darle un "descanso" a los Daleks.[6] Moffat dijo que los Daleks eran recordados por ser aterradores, pero por su legado como icónicos británicos se habían hecho "adorables" a lo largo de los años y se había olvidado su verdadera amenaza;[7] Asylum pretendía que volvieran a ser aterradores, al recordar al público sus intenciones.[7] Gillan admitió que nunca le habían asustado los Daleks antes de trabajar en el episodio.[15] Las escenas de Coleman se rodaron en seis días en un decorado cerrado con una pantalla verde en la que interpretó.[18][19] Coleman interpretó cada versión del personaje como personas independientes con "confianza de que habría una recompensa" a su misterio.[22] La productora ejecutiva Caroline Skinner conocía a Davies muy bien y le pidió prestada su réplica.También le gustó que la ambientación del manicomio pudiera explorar a los Daleks mientras lo hacía reminiscente de la serie clásica.[30] Michael Hogan, también para el Daily Telegraph, le dio a El Manicomio de los Daleks una nota ligeramente mayor de 4,5 estrellas sobre 5, alabando también a Coleman, así como los muchos detalles del guion.[2] Charlie Jane Anders de io9 notó que la trama "es sobre todo una simple excusa para explorar la relación continuada del Doctor con los Daleks, y para mostrar lo triste que se ha vuelto".[33] Tanto Anders como Mulkern (el último citando a la veterana de Doctor Who Katy Manning) notaron que la fascinación de Oswin con los huevos ("eggs" en inglés) que necesitaba para hacer soufflés, es en realidad un truco mental para bloquear el condicionamiento de "exterminar" ("eggs-terminate"); este recurso literario se anticipa a lo largo del episodio como una serie de pistas sutiles, como Rory confundido por un Dalek dormido, que inicialmente malinterpreta como diciendo "huevos" ("eggs").