El labrador de más aire

Esta obra se inscribe en el teatro social de la producción hernandiana.

Durante la guerra se escapó a su tierra natal para casarse con Josefina Manresa y publicar Viento del pueblo.

Don Augusto no había venido nunca a la aldea y por ello existe gran extrañeza sobre los motivos de la visita.

Los recién llegados se muestran en todo momento altivos, autoritarios e impacientes.

Cuando aparece Encarnación, que ha decidido vestirse para acudir a la fiesta, Don Augusto queda prendado de su hermosura.

Todos se disponen a desalojar la plaza por si pudieran molestar al señor.

Alonso aparece y expresa todo el odio que siente hacia Juan.

Al pasar Isabel, Juan la retiene y le reprocha su falta de atención.

Juan niega esto último y se muestra orgulloso de ser labrador.

Para colmo, Juan, enamorado la hija del señor, está apesadumbrado y triste.

Además, Alonso, lleno de rencor contra Juan, sigue buscando pelea con él.

Las mozas llegan a la fuente y cada una contempla su belleza al reflejarse su imagen en el agua.

Llegan a la conclusión de que no pueden perder su belleza amando a quien no les quiere, por lo que deciden olvidarse de Juan y volver su atención hacia los otros mozos.

Cuando se va Tomaso, llega Don Augusto y acosa a Encarnación, pero aparece Juan para librarla de él.

Don Augusto le amenaza reiterando que, vivo o muerto, lo hará salir de la aldea.

Don Augusto y Alonso, llenos de odio hacia Juan, planean su asesinato.

Sin embargo, él no presume de sus cualidades que tanto alaban sus amigos y familiares.

Juan se esfuerza mucho por enamorarla, pero ella, con su egoísmo y desprecio a los que no son de su misma clase, le rechaza.

Además, su relación defensora con Juan se hace evidente cuando critica el comportamiento de Alonso.

Su enemistad está basada en las razones sociales, en el odio, y en las cuestiones amorosas.

En las sociales se refieren al miedo de este a que los aldeanos se unieran a Juan para rebelarse contra él, lo que supondría el fin de su mandato tiránico.

Estos actos por parte de Juan son los que le llevan a aliarse con Alonso.

Aunque don Augusto tenga muchas posesiones, ella le rehúsa, lo cual añade otro motivo para odiar a Juan.

Las mozas siempre intervienen de forma coral para alabar a Juan o para predicar su amor por él.

Mientras Juan se preocupa por el hambre que pasa la aldea, ellos tan solo quieren comer y beber en paz.

Lope busca el entretenimiento del público, no disciplinarlo ni moralizarlo.

[4]​ Aunque esta obra fuera calificada por varios críticos como la más lograda de Miguel Hernández, lo cierto es que no tuvo una influencia remarcable.

Una de las primeras críticas que recibió fue la de Ricardo Doménech en el año 1974; esto significa que en los treinta y cinco años siguientes a su publicación no destacó como pudieron destacar otras obras.

Bombardeo de Guernica en 1937. Ejemplo del entorno del autor cuando escribió la obra.
Lope de Vega , dramaturgo español del siglo XVII , gran influencia de Miguel Hernández.