[1] El excesivo maniqueísmo de la obra resulta un tanto infantil y produce cierto rechazo.
Pronto el bondadoso don Pedro, amo de Montecabra, es sustituido por uno nuevo; el coro se encarga de comentar las diferencias entre don Pedro y el nuevo patrón, cruel y déspota (sentido social) que siente deseo por Retama (sentido individual).
La huelga es aplastada por las fuerzas del orden público, que apoyan al señor.
Espoleado por la muerte de su amada, el Pastor-héroe enardece a la masa.
[4] La obra consta de tres actos, divididos en varios cuadros, y los personajes que aparecen en ella son: