Aunque esta declaración es la más extendida, algunos estudiosos como David J. Skal y Elizabeth Miller, entre otros, están en desacuerdo.
Es la Noche de Walpurgis, y a pesar de las advertencias del asustado cochero (Johann), llegados a una alta meseta a las afueras de la ciudad el joven inglés deja temerariamente el carruaje y desciende solo por un serpenteante camino con intención de ver el pueblo abandonado que el cochero le ha dicho que hay en un hondo valle.
Sin embargo, los problemas del caballero inglés no han terminado, pues un lobo emerge de la ventisca y lo ataca.
Sin embargo, el lobo se limita a mantenerlo caliente y vivo en la nieve hasta que llega ayuda.
Cuando el protagonista finalmente es devuelto a su hotel, le espera un telegrama de Drácula, con el que va a reunirse en Transilvania, y en el que le advierte de los peligros de la nieve y los lobos en la noche.