Igualmente El gobierno de los bienes comunes ha adquirido una relevancia creciente entre los economistas neo institucionales por el análisis y comprensión de las formas en las cuales las comunidades se autogestionan creando instituciones y contratos a largo plazo.
Igualmente los lugares en los cuales se desarrolla la explotación de estos bienes comunes son distintos: Suiza, Japón, España, Turquía, Filipinas, Canadá y Sri Lanka son los países en los cuales se dan los casos estudiados por la autora.
Igualmente la obra expone las dos respuestas políticas que se le dan comúnmente a la tragedia de los comunes: por un lado la estatización del bien, por el otro la privatización del bien.
Según la autora, estas dos soluciones son insuficientes para resolver el dilema de la sobreexplotación del bien común.
En este capítulo la autora estudia los casos “exitosos”, es decir en los cuales las comunidades han podido llegar a acuerdos institucionales (reglas) sobre como explotar los bienes comunes y estos han sido respetados en el largo plazo.
Coherencia entre las reglas de apropiación y provisión con las condiciones locales: Las reglas sobre quiénes, cuándo y en qué proporción del bien común se pueden apropiar deben estar claramente establecidas.
Sanciones graduadas: los apropiadores (quienes exploten el bien común) que falten a las reglas e instituciones acordadas deberán ser sancionados de acuerdo a la gravedad de su falta.
En esta capítulo la autora complementa la exposición realizada en el tercero sobre el conjunto de elementos que se deben dar en una comunidad para que los bienes comunes se organicen de manera sostenible a largo plazo indicando cuáles son las características que impedirán a una comunidad llegar a arreglos institucionales de largo plazo.
La obra ha tenido una influencia creciente en áreas como la microeconomía, la nueva economía institucional, el neoinstitucionalismo, la teoría de la acción racional y la teoría de la acción colectiva.