Sin embargo este se niega, ya que quiere exterminar a los indios para ganarse una gloriosa reputación militar.
Para ello Allister prohíbe cualquier tipo de fuego, a pesar del frío.
Allister se pone a perseguirlos tras incendiar el campamento, pero cientos de cheyenes que estaban situados en una colina a las espaldas del 7º descubren el humo y se dan cuenta de la traición.
Éste decide que Blueberry, junto con los heridos y los conductores de mulas, tendrá la misión de contener a los cheyenes Blueberry se queja de que eso apenas son sesenta hombres, pero Allister le dice que en dos horas, cuando atrape a los fugitivos del otro campamento y los aplaste, acudirá a su rescate.
Blueberry, junto con su débil guarnición, construye una trinchera y ordena dinamitar el hielo del río a Mc.
Los indios logran destruir el carro y pasar, pero son rechazados por una ráfaga de disparos.
Pero el mango de un tomahawk golpea a Blueberry y este queda inconsciente.
Entonces el indio que derribó a Blueberry va hacia él con intención de cortarle la cabellera, pero Blueberry se despierta de improviso y Mc Clure abate al indio que quería liquidarlo.
Allister se da cuenta de que los indios les van a atrapar, y ordena la retirada hacia lugares más seguros.
Blueberry y los pocos supervivientes en el atrincheramiento comienzan a ver su futuro muy negro.