Fue la segunda vez que Davis interpretó a la monarca inglesa; la primero fue en The Private Lives of Elizabeth and Essex (1939).
A Isabel le gusta mucho Raleigh y su actitud franca, para disgusto de su actual favorito, Christopher Hatton (Robert Douglas).
Mientras la corte se aventura afuera, Raleigh cubre su barro con gracia (un artículo costoso prestado de un sastre renuente) para que la reina no necesite ensuciar sus zapatos.
En la cena, Raleigh revela su sueño de navegar hacia el Nuevo Mundo para cosechar las riquezas allí.
Cuando está tan informado, Raleigh hace planes para navegar a América del Norte sin permiso real.
Hatton le dice a la reina no solo del complot de Raleigh, sino también que está casado con Beth.