El diablo cojuelo
Según el hispanista norteamericano George Ticknor, es la más picante y animada entre todas las sátiras en prosa de la literatura moderna.Un estudiante saca al diablo de la redoma en que un mago le había encerrado y el diablo, agradecido, lleva a su libertador por los aires y va enseñándole uno por uno el interior de las casas, cuyos techos levanta como si se tratara de casas de juguete y así pueden contemplar a sus habitantes en la mayor intimidad, tal como son, con todos sus vicios y cualidades.El lenguaje de la obra resulta oscuro en ciertas ocasiones debido a su estilo rebuscado y culto.Su estilo es, principalmente, conceptista, en la línea de autores contemporáneos como Baltasar Gracián.[1] Se trata de una novela satírica y moral, por lo tanto, su principal objetivo es la crítica.