El cristo feo es una novela de la escritora ecuatoriana Alicia Yánez Cossío, publicada en Quito en 1995 por la editorial Abrapalabra.[1] La trama sigue la historia de Ordalisa, una trabajadora doméstica que un día escucha hablar a un viejo crucifijo de madera en su cuarto, el mismo que pronto se convierte en su compañía y principal motivador para explorar su creatividad e identidad propia.[1] La obra fue bien recibida por la opinión crítica y obtuvo reconocimientos como el Premio Joaquín Gallegos Lara a la mejor novela ecuatoriana del año y el Premio Indigo Coté Femmes de París.[4] Ordalisa es una trabajadora doméstica que vive sola en un pequeño y humilde cuarto sin ventanas.Pero un día la patrona entra a su cuarto y ve al cristo feo con la cara de su esposo, lo que le produce un ataque de rabia que la lleva a arrojar la figura al fuego, sin importar cuánto Ordalisa intenta detenerla.Hacia el final de la novela, Ordalisa retoma esta idea de maternidad y la termina identificando con su nueva concepción de divinidad, cuando le expresa al cristo feo: «me recuerdas a mi madre, porque siendo quien eres, si es que en realidad eres el que quiero imaginar, te preocupa mi cuerpo al igual que mi alma».El primer borrador contaba con una protagonista inspirada por una persona de su entorno, pero la posibilidad de que resultara obvio quién era la figura retratada en la obra llevó a Yánez a desechar esta idea.La trama de esta versión seguía a una mujer con aspiraciones creativas y trataba los conflictos que le generaba el tener un esposo artista.También ganó el Premio Indigo Coté Femmes de París,[4] que le fue otorgado en 1996 luego de un conflicto en la entrega del Premio Sor Juana Inés de la Cruz en que el jurado francés eligió como ganadora a Yánez y el jurado mexicano a Elena Garro.[8] El crítico literario Antonio Sacoto tildó la obra de «amena» y aseveró que la crítica a las condiciones laborales de las trabajadoras domésticas era un tema «muy bien delineado» y desarrollado «sobriamente».