Posee una gran columna de siete metros[1] coronada por dicho toro de reducido tamaño, el cual se yergue sobre cuatro pequeñas estrellas que señalan los puntos cardinales.La composición del monumento y sus elementos aluden a una leyenda sobre los orígenes de la ciudad que se remonta al siglo XII.Durante la Reconquista llevada a cabo por el rey Alfonso II a la búsqueda de un sitio propicio para levantar un asentamiento, se soltó un toro que acabó deteniéndose justo debajo de una estrella.[1] Tras el incidente, se colocó una réplica de bronce en el lugar del original.[4] En 2024 la alcaldesa anunció que, finalmente, la estatua original no volverá a la plaza, pues es incompatible con la celebración de las fiestas locales.