El Pinar (Mérida)

En 1982, El Pinar es declarado Monumento Histórico de Mérida junto con otras propiedad emblemáticas, y es ahí que Alberto Bulnes empieza una labor de restauración de la propiedad, pone sus oficinas en el sitio hasta que finalmente decide venderla en 1987 al empresario naviero y turístico, José Trinidad Molina Castellanos.

Es así que al concluir la restauración, la designa junto con su esposa, Lucía Casares Espinosa, la última morada de sus vidas.

José Trinidad fallece en 2013, y su esposa decide retirarse a otra vivienda en 2014.

[3]​[4]​ Se desconocen algunos datos sobre El Pinar como la fecha exacta de su construcción o los arquitectos que participaron en la obra, pero se sabe que fue edificada a principios del siglo XX durante la época del porfiriato en pleno auge económico de la industria henequenera en Yucatán.

Consta de 3 pisos; en el primero hay garage, recibidor, antesala, escaleras, baño de invitados, sala de estar, comedor, biblioteca, oficina, dormitorio, cocina, vinoteca, elevador, almacén, bar, piscina, baños, solario, y varias habitaciones; el segundo piso tiene salón, sala de estar con terraza y una habitación principal con vestuario, balcones y baño; por último, en el tercer piso se encuentra el ático.

El Pinar en 1905.
Fachada principal de El Pinar.