Durante algunos años la procesión del Viernes Santo deja de realizarse, y El Nazareno permanece en el Templo Conventual sin haber constancia de que recibiera culto alguno.
Ya en el siglo XIX, tras el proceso de desamortización llevado a cabo por los políticos Juan Álvarez Mendizábal y Pascual Madoz Ibáñez y mediante el cual se enajenaron las tierras y bienes en poder de las Órdenes Religiosas, se produjo la consiguiente expulsión de los frailes; El Nazareno pasa definitivamente al templo parroquial del Apóstol Santiago por petición del Beneficiado D. Antonio Martín.
Representa dramáticamente a Cristo totalmente encorbado bajo el peso la Cruz, cruz también tallada en madera y policromada, que carga sobre el hombro izquierdo; coronado de espinas, camino del Calvario.
Adaptándose perfectamente a lo acostumbrado en las Islas Canarias, y a diferencia de lo típico en la imaginería península, en vez de lucir las típicas tres potencias, lleva sobre su cabeza una aureola o nimbo circular y excéntrico, realizado en plata repujada.
La uniformidad adoptada por los hermanos cofrades de la Franciscana Cofradía del Nazareno consta, en los varones, de túnica granate, ceñida a la cintura con el cordón franciscano.
A continuación comienza un tema tranquilo el anuncio de la sentencia firme de Poncio Pilatos, sin embargo, se utiliza el modo menor como contrapunto, poniendo música "al error histórico cometido".
Esta fanfarria utiliza las figuras musicales de negra-corchea con puntillo más semicorchea para acentuar el carácter rítmico.
Se repite el tema principal y como antesala se incluye un puente con la misma forma musical del principio pero intercalando modos mayor y menor para llegar al trío final.
El trío se desarrolla con calma y placidez en modo mayor, usando una melodía con progresiones ascendentes en intervalos de tercera, arpegios de dominante y escala pentatónica.
La Franciscana Cofradía del Nazareno, puesta en contacto en 2008 con el músico onubense, teniente coronel Abel Moreno Gómez, director de la Banda de Música del Regimiento Inmemorial del Rey n.º 1, encarga la composición de una nueva Marcha, en este caso una Marcha Fúnebre que titulada "Abrid Paso al Nazareno" es entregada a la Cofradía para su estreno en noviembre del mismo año.
Según el autor, "Su introducción ... escrita en modo menor, se rompe una primera vez para dar entrada a las trompetas que anuncian el paso de El Nazareno, sobre las que podríamos oír las palabras del título, ¡Abrid paso al Nazareno!.
Cuando estas terminan aparece ya el ritmo de marcha con el motivo principal sin interrupción.
El segundo tema es comenzado por los metales y respondido por los instrumentos graves que indican el paso cansino de la procesión.
Cuando repite el tema en fuerte se puede oír de fondo un contrapunto que enriquece el trío.
Se trata de una “marcha lenta de carácter dulce y solemne” que se adapta perfectamente al estilo que identifica la producción musical del compositor.
Es en este momento cuando Jesús establece contacto visual con la cruz por primera vez.
El tema escogido es de carácter melancólico, interpretado por los clarinetes, los fliscornos y los saxofones altos, al que se van añadiendo flautas, requinto y oboes con el relleno armónico arpegiado.
En este momento aparecen dos contracantos: el primero lo realizan los saxofones tenores y los bombardinos con un motivo de negras que se complementa con el segundo, que lo interpretan las trompas.