En la víspera de Navidad en el Londres victoriano, Benjamin Stahlbaum les da a sus hijos Louise, Clara y Fritz los regalos que su esposa Marie les había reservado antes de morir.
Clara encuentra su hilo con su nombre, que significa su don, y lo sigue a un bosque en un mundo paralelo donde ve una llave.
Antes de que pueda agarrarlo, un ratón lo arrebata y cruza un río helado.
Hada de Azúcar dice que esta máquina se puede usar para defender los tres reinos contra Madre Jengibre, pero necesita una llave que coincida con la del huevo de Clara.
Al colarse en el Cuarto Reino, Clara y Philip le roban la llave a Madre Jengibre (ignorando su advertencia de que Hada de Azúcar les está mintiendo), pero Clara se decepciona al descubrir que el huevo es solo una caja de música.
Clara vuelve a abrir su caja de música en forma de huevo y descubre un espejo, ilustrando que todo lo que necesitaba era ella misma.
Clara apaga la máquina mientras lucha contra los soldados con la ayuda de Madre Jengibre.
El hada de Azúcar intenta convertir a Madre Jengibre en un juguete, pero Clara juega con la máquina para que apunte a el hada de Azúcar cuando se active, convirtiéndola en una muñeca de porcelana y dejando sin vida a todo su ejército.
Después de despedirse del capitán Philip, regresa a Londres, donde apenas ha pasado el tiempo desde que se fue.