Den sidste Messias (en español: El último Mesías) es un ensayo breve de Peter Wessel Zapffe, publicado en 1933.
Ya no caza porque siente hermandad por todo lo vivo y, al no regresar con la presa, perece: este hombre se ha vuelto autodestructivo, y se ha autoexpulsado del Paraíso por esta actitud.
Este exordio poético da pie a Zapffe para hacer su diferencia entre hombre y bestia: el sufrimiento estaría autocontenido en esta y en el hombre "horadando agujeros hacia un miedo del mundo".
Zapffe ve que toda forma de vida está enmarañada en mecanismos represivos, a los que condensa en cuatro grandes grupos a saber: aislamiento, anclaje, distracción y sublimación.
En la vida no profesional o vida cotidiana se expresaría como un código o pacto de silencio mutuo sobre todo aquello que comprende, en sentido amplio, lo escatológico.
Representado por puntos fijos como los padres, el hogar, la calle, los cuales dan un sentido de seguridad al niño.
Existen jugarretas con los valores de anclaje traducidos en bromas, jergas, alcohol, etc.
Asimismo en tales juegos se puede rasgar un agujero de lo eufórico a lo macabro.
El anhelo humano más que un "esfuerzo hacia" sería un "escape de" en un sentido religioso.
Para Zapffe tanto el comunismo como el psicoanálisis tienen en común una "reflexión espiritual" pero como los mecanismos defensivos referidos, perseguirían, en último término, que los humanos "encajen biológicamente" aprisionando su "sobrante de crítico de entendimiento".
Por esta actitud referida la humanidad persiste en un recurrente "sueño de un nuevo Mesías".