Distracción

[3]​ Las distracciones provienen de fuentes externas, como los reconocidos por los estímulos y sentidos físicos, o por fuentes internas, como el pensamiento, emoción, fantasías o urgencias físicas.

[4]​ Esta palabra fue usada para describir un nuevo apego separado del compromiso principal.

Los pequeños y recurrentes lapsus de atención aumentan el riesgo de que nuestros pensamientos se vean atrapados por componentes ambientales no deseables.

Aparecen de forma habitual en sujetos sanos, pero aumenta en diversas patologías, y en especial en los pacientes que padecen un síndrome frontal o una demencia.

[5]​ La distracción es la característica principal del trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y también es un rasgo típico en los trastornos del espectro autista.