Ejército Realista en Nueva España

Las campañas contra la insurgencia mexicana fueron desarrolladas por los cuerpos americanos del ejército virreinal novohispano y combatieron en solitario contra Hidalgo y Morelos hasta la llegada de expedicionarios peninsulares, dos años más tarde, en 1812.España reembarcó sus tropas pero rechazó el tratado de Córdoba, y no concluyó ninguna paz.Finalmente las cortes españolas renuncian en 1836 a la soberanía del territorio continental americano y autorizan al gobierno a concluir tratados de paz y reconocimiento, siendo México el primer país reconocido por España.En principio la causa real se sostiene solo gracias a las tropas novohispanas.Por el contrario, cuando se inició la revolución estadounidense en los años 1775-76 inmediatamente el Reino Unido desplegó una flota que incluía 39 Navíos de guerra y un ejército expediciónario de 25 000 hombres.Al estallar la Revolución hispanoamericana Nueva España ya poseía una población y una extensión mucho mayor que toda la América colonial británica.[6]​ Sin embargo, la totalidad de la fuerza veterana secundó con disciplina a las autoridades virreinales, y casi toda la milicia lo hizo también.Sin embargo, este apoyo al régimen español se agotó, entre otras razones, debido a la devastación del país producto de una guerra que se hacía perpetua, lo que conlleva a la desarticulación de la jerarquía virreinal, atomizada por caudillos realistas regionales con cada vez más poder, a los que se sumaron los acontecimientos políticos peninsulares que afectaron al monarca español y a sus representantes más directos en el gobierno virreinal.Zarate dice que es posible que el número de combatientes españoles se elevase hasta 80 000 «hombres sobre las armas», con base en una carta secreta de 1814 del obispo Manuel Abad y Queipo en la que se queja contra el virrey Calleja, sumando estos «realistas de los pueblos».Pero en el año 1820, tras la crisis política en el seno del gobierno español, los ejércitos realistas abandonados a su suerte ya no recibían paga ni asistencia o refuerzos por parte del gobierno liberal, y el giro político mexicano determinó que en 1821 la mayor parte de sus hombres, algunos peninsulares, se unieran a Iturbide: Melchor Álvarez, Rafael Bracho y Domingo Luaces.El batallón Castilla arriba en junio, al mando de su jefe Francisco Hevia, formado por 649 soldados.La Grande Expedición fue organizada por el antiguo virrey novohispano y capitán general de Andalucía, Félix María Calleja del Rey.Unos historiadores creen que nuevamente iba dirigida a la América meridional (Venezuela o Río de la Plata).Se trata de la rebelión de los 22 000 soldados que formaban la gran expedición a Ultramar, cuya fuerza se había concentrado en Cádiz, y que abandonaron definitivamente la misión de embarcarse para reprimir a los insurgentes americanos, desautorizando a su jefe Félix María Calleja del Rey.Sin embargo el nuevo gobierno español constitucional sumido en una perpetua crisis por su supervivencia no resuelve llegar a la paz con los insurgentes americanos, pero interrumpe unilateralmente las operaciones militares en apoyo de los realistas en América, generando un completo abatimiento y desafección de los que permanecían leales a España.Las potencias europeas de la Santa Alianza enviaron un ejército francés de cien mil soldados para restaurar al monarca en el trono absoluto, y dicho ejército francés permaneció ocupando España hasta el año 1828,[21]​ pero en España el absolutismo se mantuvo hasta 1833 fecha en la que muere Fernando VII.Sus líderes ajusticiados, prisioneros o capitulados habían sido derrotados por las armas españolas, y los escasos caudillos insurgentes supervivientes, convertidos en guerrilleros, terminaron refugiados en zonas inhóspitas.[22]​ De manera que aunque no se había conseguido la caída del gobierno español, en realidad la autoridad virreinal era cuestionada y combatida por la insurgencia.No se había restablecido la «autoridad», de manera que debía mantenerse por la fuerza militar, aún por tiempo indefinido.El batallón al mando de subalternos abandonó a su jefe el coronel del Fernando VII, D. Ángel Díaz del Castillo, y se sumaron para sostener la deposición.El puerto de Veracruz fue la última ciudad en disputa entre realistas e independentistas.En diciembre de 1821 embarcan los últimos expedicionarios europeos que abandonan México rumbo a Cuba para su repatriación.El presupuesto naval del jefe de la armada, Ángel Laborde, será bien recibido y es aprobado por el gobierno español que consideraba que la flota es imprescindible para la conservación de las islas del Caribe español.Fernando VII no dejó de emplear los medios militares para reconquistar América, y lo intentó mediante una expedición sobre México.A México se enviaría finalmente una expedición de unos tres mil quinientos hombres, sufragada desde Cuba.Finalmente el proyecto presentado por Joaquín Miranda y Madariaga, que prevé una fuerza de 12.000 hombres seguida de otros tantos una vez establecidos en el continente, es del que se derivan las instrucciones entregadas a Barradas.Durante la travesía un fuerte temporal dispersó los barcos, y la fragata transporte Bingham, con casi 500 soldados a bordo, debió buscar refugio en Nueva Orleans, debiéndose restar esos soldados que no participaron finalmente de la expedición.El 3 de septiembre se contaba con 1.000 enfermos hospitalizados y alimento para cinco días.Santa Anna exige una rendición incondicional de la expedición que había quedado diezmada y sitiada, pero luego finalmente acepta la propuesta española de capitulación hecha con anterioridad, tras frustrarse los once asaltos a la bayoneta realizados por los mexicanos contra la posición española del río Pánuco.[30]​ El monarca español Fernando VII pierde toda posibilidad de ayuda francesa para reconquistar sus antiguas colonias con la caída del gobierno borbónico reaccionario en Francia y el ascenso del constitucional Luis Felipe al trono francés en 1830.
Rafael del Riego conduciendo a las tropas expediciónarias sublevadas. España-1820
retrato de Juan O'Donojú , designado jefe gobierno de Nueva España por el Trienio Liberal
Fortaleza de San Juan de Ulúa frente al puerto de Veracruz
La armada española, al mando de Ángel Laborde derrota a la marina mexicana en la Batalla de Mariel y captura el buque Guerrero, siendo muerto su comandante David Henry Porter
Regimientos Realistas
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