El líder revolucionario Andrés Bonifacio, es considerado uno de los artífices del ejército filipino, que sirvió para organizar las fuerzas revolucionarias de Filipinas que se enfrentaron en un primer momento a las fuerzas españolas durante la revolución filipina y la guerra hispano-estadounidense aliados con estos últimos, para después enfrentarse a ellos en la guerra filipino-estadounidense, la cual Filipinas perdería y pasaría a ser un país que, en la práctica, funcionaba como una colonia de los Estados Unidos en el mar de China.
Si bien el país seguía siendo totalmente dependiente de Estados Unidos para armar a sus soldados.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), en el teatro frente del Pacífico, el Imperio de Japón ocupó Filipinas en 1942, al año siguiente se formó la Segunda República Filipina, un régimen títere de Japón.
Además, Maximo Young, un soldado filipino, recibió la medalla Taegeuk por sus servicios en Corea.
[1] Durante estas décadas también se vivieron algunos conflictos con pequeñas fuerzas comunistas en zonas internas del país.
UU. otorgaba en forma de préstamos a Filipinas para sustentar y actualizar sus propias FF. AA.