Tras la muerte de Bárbara, el rey Segismundo se volvió a casar con la princesa milanesa Bona Sforza y con ella tuvo varios hijos, entre ellos su posterior sucesor y heredero al trono.
En 1526, Johannes Magnus fue enviado a Polonia por el rey sueco para negociar el matrimonio.
La boda se celebró en Cracovia, y el príncipe elector prometió que no haría cambiar de confesión religiosa a su nueva esposa Eduviges, pues la familia real polaca era católica y Joaquín simpatizaba con las ideas de Martín Lutero.
Igualmente, Isabel estaba insatisfecha porque Eduviges no hablaba alemán.
Eduviges fue reemplazada lentamente por la amante de su esposo, Anna Sydow, a quien Joaquín trató como su esposa y con la que se aparecía en actos públicos abiertamente.