Educación para la paz

[3]​ En lo escolar, la educación para la paz tiene una gran importancia, con ella se puede llevar a cabo la resolución de conflictos y la convivencia pacífica entre la comunidad estudiantil y la relación alumno-profesor.

[4]​ De esta concepción que brinda la escuela nueva, surgen modelos de educación que actualmente están siendo tomados en cuenta por los sistemas educativos, como es el Aprender a aprender, Aprender a ser y Aprender a hacer, colocando en el centro la experiencia y formación de los niños y niñas, articulando el ambiente en el que este se encuentre junto con los aspectos que le rodean en su vida diaria que favorece su reflexión y acción buscando el surgimiento de lo bueno de la naturaleza de los infantes en su avance personal, teniendo como consecuencia la armonía del alma y el florecimiento del espíritu.

Gandhi aportó e incorporó un nuevo término a las concepciones que aludían a la paz; noviolencia, el cual se basa en tres dimensiones:-‘’La noviolencia es un método de intervención en conflictos, un conjunto de procedimientos y técnicas que permiten gestionar, transformar o, incluso, resolver y transcender ciertos conflictos.

[7]​ No obstante, la más nueva concepción sería la ambientalista de ecopaz o paz Gaia.

Presupone un aparato militar que garantice el orden, disuada al enemigo y asegure la perpetuación del statu quo.

Se persigue la armonía social, la justicia, la igualdad y, por tanto, el cambio radical en la sociedad, la eliminación de la violencia estructural.

[8]​ La paz positiva acepta el conflicto como una parte natural de la vida y procura su pacífica solución.

Presupone tomar partido en el proceso de socialización por valores que alienten el cambio social y personal.

Entiende el acto educativo como un proceso activo-creativo en el que el alumnado es agente vivo de transformación.

La tolerancia, la participación, la empatía, la solidaridad y demás valores “alternativos” deben vivirse con el ejemplo.

El compromiso de ‘’educar’’ y todo lo relacionado con este proceso no implica únicamente un conjunto de técnicas o metodologías para que las personas acumulen o se relacionen con conocimientos deliberados; sin propósito, también tiene que ver con dirigir, vivir, compartir, con base en políticas éticas, valores, saberes, enseñar a generar habilidades, para así construir sociedades justas, armoniosas, morales y libres de violencias, la educación para la paz puede brindar muchos elementos para poder alcanzar el desarrollo de este tipo de sociedades.

La familia es una institución social con la que los sujetos tienen contacto desde que nacen, por ello funge como un factor vital para el proceso de educación y formación de las niñas y los niños inicialmente.

[14]​ Sin embargo, en el contexto de las Investigaciones para la Paz se la concibe como algo que trasciende los dd.hh., involucrándose también en diversas cuestiones sobre la violencia y los conflictos.

La globalización y el uso de las tecnologías tiene una connotación distinta (esta debiera ser para que haya una conexión y diálogo entre personas), actualmente las relaciones entre las personas con su entorno y comunidad son prácticamente escasas, con ello, impera el individualismo el cual, obstaculiza el desarrollo de la solidaridad, de ‘’lo humano’’, llevando inevitablemente a crisis de distintas naturalezas que afectan tanto individual como colectivamente.

El medio ambiente también es un factor importante, pues es el entorno en el cual las personas convergen y, de manera universal han surgido problemáticas respecto a los problemas ambientales que trae consigo la huella humana, ligados a aspectos tecnológicos, consumistas, destructivos y desconsiderados, donde no se ha medido ni considerado el daño que como especie se le ha hecho a la diversidad de vidas y organismos que convergen en el planeta.

La transmisión de valores que respondan a la oportunidad que generar conciencia y responsabilidad ecológica de manera eficaz, en conexión con la naturaleza es vital, por ello aquí, la paz juega ese papel fundamental en conjunción con la educación y nuevas metodologías pedagógicas para incentivar a las personas en proyectos de cambio para el mejoramiento del entorno y la convivencia que surja en este.

El segundo error consiste en entender como sinónimo cualquier acción de transmisión, adiestramiento, repetición o memorización de los conocimientos; pero esto no es educación en el sentido que se ha expuesto.

El cuarto error hace hincapié en tomar en cuenta el contexto en que se desarrolla la acción educativa, puesto que no sólo una correcta planeación asegura el éxito de una acción educativa.

Se afirma incluso que, tradicionalmente, a la educación se le ha concebido de diferentes maneras, mismas que no responden adecuadamente, ni a la realidad global-nacional-local, ni al estado actual del conocimiento.

Mahatma Gandhi