Edmundo era hijo del Roger Mortimer, IV conde la Marca, y Eleonor Holland.
Sin embargo, el 30 de septiembre de 1399 el rey Ricardo II fue depuesto por Enrique de Lancaster, que usurpó el trono, en tanto que Edmundo y su hermano Roger fueron mantenidos como rehenes de la Corona, aunque tratados con consideración y respeto por sus propiedades, títulos y honores.
Al morir Enrique IV de Inglaterra y ser coronado su hijo, una gran amistad comenzó a crecer entre el conde de la Marca y el nuevo soberano, que se sentía culpable por la usurpación del trono que había hecho su padre.
A la muerte de Enrique (1422), Edmundo Mortimer se convirtió en miembro del consejo de regencia que gobernaba el reino (ya que el sucesor Enrique VI era solo un niño).
Muerto en Irlanda en 1425 sin sucesores, los títulos de Edmundo Mortimer y particularmente el condado de la Marca se vieron condenados a la extinción.