Aún era niño cuando, durante un chequeo de control, se le diagnostica una grave enfermedad cardíaca.
En Bordighera, comune del a Riviera ligure donde el joven pasaba las vacaciones de verano, Edoardo frecuentaba a su primo Angelo Cervetto, amante de la música que le transmitió la pasión por el Jazz, y a Guido Seborga, que lo inició en la literatura de Antonin Artaud.
Edoardo estaba sano, pero desde ese momento tuvo que hacer ejercicios físicos intensos para recuperar el tono muscular.
En 1946 Edoardo se inscribió en el Liceo Ginnasio Massimo d'Azeglio y tuvo como profesor de italiano a Luigi Vigliani.
A él dedicaría su ensayo sobre Gozzano y le haría leer algunos poemas que luego serán parte de Laborintus.