[3] En las bases de esa convocatoria se exigió que los participantes fueran arquitectos radicados en el país.
Para evaluarlas se definió un jurado conformado por Raúl Prebisch, quien era en ese entonces el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina; Ole W. Danielson en representación de Naciones Unidas; el arquitecto brasileño Henrique Mindlin y los arquitectos chilenos Oscar Zacarelli y Sergio Larraín García-Moreno.
La evaluación final fue realizada por el entonces secretario general, Dag Hammarskjöld quien fue asesorado por los arquitectos estadounidenses Philip Johnson y Wallace K. Harrison.
La estrategia fue realizar un volumen suspendido, a partir de pilares -cuatro por lado- que sostienen una viga desde la cual se colgó la losa del segundo nivel.
Así suspender y al mismo tiempo colgar, fueron las acciones fundamentales del conocido anillo, que en su interior dejaba un patio.
Por un lado, los pilares piramidales, sostenían la viga principal y la serie de vigas perpendiculares a ella, que arman la trama de elementos estructurales, que se encuentran precisamente en las esquinas donde se convergen ambas direcciones del sistema.
Este patio concentra las salas de conferencias y debates circulares, así como otros espacios comunes tales como casinos o restaurantes.
Se presume que son los rastros más antiguos hallados en el continente americano.
La última imagen representa, bajo la forma de una curva ascendente y una gran figura indígena, la explosión demográfica.
[12][13] Actualmente la biblioteca cuenta con una colección que sobrepasa los 100.000 volúmenes físicos, entre ellos libros, revistas, fotografías, copias de documentos oficiales, entre otros.
[19] El mismo año, el historiador español exiliado en Chile Leopoldo Castedo, publicó A History of Latin American Art and Architecture.
From Pre-Columbian Times to the Present,[20] que apareció el año siguiente, 1970, en castellano.
En la declaración de Eindhoven (1990-2014), se establecen los principios fundamentales que determinan la importancia del Movimiento Moderno promoviendo la identificación, registro, conservación y reutilización de edificios y sitos del Movimiento Moderno.
Debido al terremoto del año 2010 la estructura sufrió algunos daños menores, por lo que edificio fue sometido a una serie de remodelaciones buscando modernizar sus espacios y recobrar en algunas zonas el diseño original de sus creadores.
Entre ellas se encuentra la renovación del cuarto piso que incluye una nueva sala de conferencias.
Entre el 2000-2008 se realizan varias obras de un plan maestro, entre las que destacan la recuperación de amplios espacios abiertos en los costados norte y sur del inmueble, donde se ubica la plaza cívica Carmelo Soria, utilizada para ceremonias al aire libre.