En este nuevo edificio, que está situado justo al norte del lugar donde antes se hallaba el Murrah, se han implementado varias medidas de seguridad para evitar un atentado similar al sufrido por su antecesor.
168 personas resultaron muertas como consecuencia de la explosión, y otras 800 fueron heridas.
Durante el posterior juicio a Timothy McVeigh, acusado del ataque, un testigo afirmó que este le dijo que había dispuesto los explosivos para formar una carga hueca.
[6] McVeigh fue hallado culpable del atentado, sentenciado a muerte y ejecutado.
[9] Durante los días siguientes a la demolición del edificio, se retiraron en camiones 800 toneladas de escombros.