Edad de Oro de la ciencia ficción

[7]​ A nivel regional, en América del Sur, destacan las obras Alguien mora en el viento (1959), Los altísimos (1959) y El que merodea en la lluvia (1961) de Hugo Correa, Opus dos (1967) de Angélica Gorodischer y compilaciones como Memorias del mañana (1966) y Adiós al futuro (1967), entre otras.

[8]​[n 1]​ Además, durante esta etapa resurgió como tema central tanto lo religioso como lo espiritual, que ya habían sido utilizados en la proto ciencia ficción antes del intento de eliminación que la era de Hugo Gernsback había llevado adelante al imponer la visión de scientifiction.

Particularmente en este período, el género tuvo una influencia indirecta significativa en los campos militar, tecnologías de la información, Hollywood y en la ciencia, especialmente en las industrias biotecnológica y farmacéutica.

Al mismo tiempo, la presencia de la ciencia ficción en televisión y radio mermaron con la cancelación de Captain Video, Space Patrol y Tom Corbett, Space Cadet en 1955.

Nuevos géneros de ciencia ficción comenzaron a surgir, centrándose menos en los logros de los seres humanos en las naves espaciales y laboratorios, y mucho más sobre cómo esos logros podrían cambiar la humanidad.

Portada de la revista Amazing Stories (mayo de 1939).
Portada de la revista If (septiembre de 1953), que publicó la primera parte de A Case of Conscience de James Blish .